“Comunicar con claridad: El poder de la asertividad”

 La escucha activa: más que oír, comprender.


La escucha activa como base de la comunicación efectiva.

Hablar bien no es suficiente para comunicarnos efectivamente. Una gran parte de la comunicación se construye desde la escucha. La escucha activa implica prestar atención no solo a las palabras, sino también al tono de voz, los gestos y el lenguaje corporal del interlocutor. A diferencia de la escucha pasiva, donde el oyente simplemente permanece en silencio, la escucha activa requiere participación mental y emocional: implica mostrar que realmente entendemos el mensaje, ya sea a través de una pregunta, una expresión facial o una confirmación verbal.

En mi experiencia, he comprobado que esta forma de escuchar mejora la forma en que los demás se expresan conmigo. Cuando alguien se siente escuchado, se abre más, se siente valorado y tiende a comunicarse de manera más honesta. Por ejemplo, en una ocasión durante una asesoría académica, noté cómo el profesor cambió su actitud cuando mostré verdadero interés en sus explicaciones. No lo interrumpí, tomé notas y, al final, hice una pregunta para asegurarme de que había comprendido. Esa disposición generó un ambiente más cómodo y facilitó el aprendizaje.

👌Recomendaciones para aplicar escucha activa en el aula o en conversaciones importantes:

  • Mantén el contacto visual con el hablante. 👀

  • Haz gestos que demuestren atención (como asentir con la cabeza). 😊

  • Evita interrumpir y deja que la otra persona termine de hablar. ✋

  • Parafrasea o repite lo más importante para confirmar que entendiste (“Entonces, ¿te refieres a que…?”). 💬

  • Escucha sin juzgar; enfócate en comprender antes de dar tu opinión. 💁


Escuchar activamente no solo demuestra respeto, también ayuda a evitar conflictos innecesarios, mejora la comprensión del mensaje y refuerza la confianza entre las personas involucradas.


La escucha activa en el trabajo en equipo académico

Uno de los espacios donde más se refleja la importancia de la escucha activa es en los trabajos colaborativos, tan frecuentes en la universidad. En estos contextos, es común que surjan malentendidos, frustraciones o desequilibrios en la participación. Muchas veces, los conflictos no se deben a desacuerdos en el contenido, sino a una falta de escucha real entre los miembros del equipo.

Recuerdo un proyecto en el que al inicio todos hablaban al mismo tiempo, interrumpiéndose constantemente y sin llegar a acuerdos. Después de una breve pausa, uno de los compañeros propuso establecer turnos para hablar y pidió que todos escucháramos sin interrumpir. Aplicamos esta dinámica durante las siguientes reuniones, y la diferencia fue enorme. No solo logramos organizarnos mejor, sino que también mejoró el ambiente del equipo. Nos dimos cuenta de que muchos aportes valiosos habían sido ignorados simplemente porque no nos estábamos escuchando realmente.

👍Aplicaciones prácticas para fomentar la escucha activa en equipo:

  • Establecer reglas básicas de comunicación al iniciar un proyecto. ✅

  • Asignar un moderador en cada reunión para garantizar el turno de la palabra. 🙋

  • Validar las ideas de los demás antes de ofrecer una alternativa. 👌

  • Tomar notas de las intervenciones para no perder detalles importantes. 📒

  • Agradecer los aportes de cada integrante, incluso si no se adoptan. 🎀




Cuando se escucha de forma activa dentro del grupo, todos se sienten parte del proceso, lo que aumenta la motivación, reduce tensiones y mejora los resultados académicos. Además, esta práctica fortalece habilidades socioemocionales como la empatía, la paciencia y la apertura al diálogo.





"Algo en lo que me ha ayudado a entender esta asignatura es a escuchar y al mismo tiempo a darme cuenta de que, aunque a todos nos den una misma indicación, cada uno puede entender y comprender las cosas de diferente manera"


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